Te encontras levitando sobre una enorme avenida. Estas como detenido en el tiempo, mientras todo sigue su "armonioso" curso.
Las luces de los autos se mueven a velocidades extraorbitantes, pasan y pasan haciendo un juego visual en linea recta y cual parpadeo. Hay silencio, hay silencio en el ruido indeseable de la rutinaria ciudad.
Comienzas a observar todo con un detalle inimaginable. Los autos pasan, la gente camina, cruza sin mirar, se olvida del al lado, del de enfrente, hace a todo invisible.
Pasa un auto, parece importado. Dentro del vehiculo podes visualizar a una familia "tipo".
Papa, mama, un niño y una nena.
Él manejando con la vista al frente, sin su cinturón de seguridad, y escuchando la radio que frecuentemente consume; parece estar concentrado.
Ella, con su celular, compenetrada, frustrando todo intento de comunicación con su familia en el vehiculo. Reviendo mentalmente los objetos próximos a comprar en su tan amado shopping (disco-zen).
Ves una nena, no podría ser precisa su edad, te desorienta. Quiere hablar, pero un telefono y un programa de radio le hacen más dificultoso el modo de iniciar una conversacion con sus progenitores. Necesita liberarse, que la escuchen, tiene dudas, sus ojos piden a gritos una mano. Debe de estar entre el dilema de "ser o no ser". Se visualiza en un lejano futuro como su madre, y eso la aterra. Pero cómo manifestarlo sin que su madre lo sienta ofensa..
El niño- también en el asiento trasero, pero del lado derecho- a los gritos y forzando un seudo llanto -que parece hacerle daño- porque no es propietario del mismo chiche que posee su compañerito de jardin. Nadie lo escucha, pero tiene claro que se hará escuchar. Y llora más y más fuerte. Hasta que su madre harta porque pierde la concentración en el mensaje de texto que intenta escribir, le pregunta que le sucede (claro que no con estos términos amigables). En ese momento el pequeño desarrolla la cuestión y su madre ofendida le reclama a su marido por qué hace que marginen a su niño; por qué no le compro ese juguete (que dicho sea de paso, desconoce) que hace que su hijito llore.
Él le cuenta que no sabia que otro nene lo tenía, ya que de haber sido asi no hubiese dudado en comprarlo. La niña mientras tanto acongojada por tanta vanalidad junta.
Hacen un pacto y prometen comprarselo a la brevedad..
Luego parece haber un clima como de mayor conversación, la niña se ilusiona, esta al acecho de su oportunidad para ir en busca de la contension que tanto anhela. Pero el deseo nuevamente queda en pendientes, ya que la charla solo orienta al destino de sus próximas vacaciones de invierno, claro que en comparacion al destino de las familias amigas.. No se puede permitir que sus hijos crezcan sin conocer lugares que otros conocen.
La nena quiere llorar. La nena se siente mal. La nena siente nuevamente que no tiene absolutamente nada. La joven cree querer otras cosas que su familia jamás podrá darle. La muchacha, ya con tan corta edad, tiene los ojos tristes, de una profunda tristeza, de una sed de otra vida..
Cuando de repente notas que sin darte cuenta, a pesar de estar levitando un semaforo -que pareció eterno- bastó para observar estas conductas y sentimientos de una familia tipo moderna.
Y ahi tu cabeza comienza a imaginar, a trasladar, a proyectar, a asociar, e inevitablemente comenzas a cuestionar la vida que llevas, las personas que elegis, las actitudes que te son propias..
Y ahi te ves como la nena, o como el nene, o como sus progenitores. Y no querés llevar esa vida, pero sabes bien en el fondo sabes que tu acompañante de ruta viviria placidamente con una vida de estas caracteristicas. Y ahi, en ese momento, todo se hace trizas. Se desarma una idealización -que creias inconsciente- y dejas de levitar. Todo sigue su curso, incluso vos.
Angustia, tristeza, tal vez hasta dolor da que dos personas quieran compartir una vida, y esa vida sea completamente opuesta. Y ninguno desee ceder su concepto de "exito y felicidad".
Pero lo queres, aún despreciando la vida que quisiera llevar. Aun asi queres que tu vida se al lado de esa persona. Igualmente en el fondo, comprendes que no podría ser asi, que jamás existiria siquiera un rastro de armonía.
Y ahi ocurre, lo que Cortazar relata como el "aplastamiento de las gotas"...
Comentarios
Publicar un comentario