Ser

Desde el momento que salimos por cesárea o parto natural al mundo a todos nos espera el mismo cierre. Todos al final nos vamos a encontrar.
Entonces.. Lo que hay que pensar o sentir bien bien fuerte es como, donde, para qué vamos a caminar esa pasada que tenemos por aquí.
La muerte es la única certeza , y sin embargo le tememos, seguimos temblando cual hoja en otoño, cual pierna inquieta, cual pulso flojo cuando la tenemos cerca, o vemos su sombra.
Quizás podemos elegir nuestra vida y naturalizar el fin de nuestra existencia, algún día mas cerca o mas lejos.
Pero otra cosa es dimensionar la ausencia de otro. Tan solo pensarlo, me da escalofrío, me da llanto, me da MIEDO. Y por qué si yo se que es inevitable. Quizás porque uno tiene mil cosas mas para compartir con el otro. Tal vez, porque nuestra existencia también es conforme y a partir de ese otro. Por ahí, porque ese otro es una pieza del rompecabezas que somos.
La muerte sigue siendo eso cierto y certero, eso infalible que vuelve a hacernos temblar como hoja en otoño. Esa hoja que luego de un ciclo finalmente cae..

Comentarios

Entradas populares