Me despierto
Me desperté de un coma y no entiendo nada.
Despierto.
Lo primero que veo es la ventana abierta. Está abierta y hace probablemente algo menos de diez grados. No entiendo por qué está abierta. Al rato entra alguien a la habitación. No veo quién, porque para mí sorpresa está vestidx con un mameluco , tiene cofia , barbijo y una máscara rara. No entiendo mucho.
Estar en coma me habrá vuelto radioactiva? No tiene mucho sentido ya sé, pero tampoco tiene mucho sentido el look de la médica.
Se acerca y le pregunto si todo va bien. Si tengo algo extraño que justifique por qué está vestida así. Se ríe chiquito. Bah, creo que se ríe chiquito, porque en verdad no le veo la boca. Me dice que no tengo nada raro, que me quede tranquila, que ya llamó a Ramiro y está viniendo.
Recién llevábamos siete meses de casados cuando tuve el accidente.
Cuánto tiempo habrá pasado desde ese día? .
Llega él con mí hermana y mí vieja.
Les tres tienen canas y barbijos como la doctora pero de tela y con dibujitos.
No entiendo nada.
Hay dos cosas que están en mí cabeza dando vueltas: EL TIEMPO Y LOS BARBIJOS.
Ellxs lloran, me abrazan raro, como con miedo a romperme , o como si estar cerca pudiera quemarnos.
Saben que no entiendo nada, me conocen , me saben leer. Nos medimos. Yo para no preguntar, ellxs para no responder. El silencio invade, reina, está ahí como un mosquito en la oreja antes de dormir, como una piedrita en el zapato.
Me aburro, me canso, me incomodo tanto que lanzo preguntas cual cascada .
Ahí me entero que en esos dos años que estuve en pausa el mundo cambió por completo.
No mí mundo. El mundo. Todo el mundo.
Me explican que hay una pandemia. Una pandemia posta. Que durante un tiempo incluso la gente no salía de su casa. Que compraban papel higiénico en bolsones, que había filas inmensas para entrar a los supermercados. Me cuentan que se murió mucha gente, que hay vacunas rusas chinas e indias entre otras, me cuentan que las clases son online para cuidar a lxs pibxs. Me dicen que se prohibieron las reuniones de mucha gente porque la gente hace cualquiera, pero aunque estén prohibidas hay quienes las hacen...
Mamá me cuenta que le salió la jubilación. Me shoquea porque siempre estuvo en movimiento y me alegra también porque tanto movimiento cansa.
Pregunto por mí gente. Por mí viejo, mis hermanas, lxs sobrinxs. Por lxs tixs, lxs primxs , lxs amiguxs, pregunto por aquellxs que amo.
Silencio de nuevo. Incomodidad. Entiendo que algo pasó. Ya sin dilataciones, mí hermana me dice: son tiempos duros, pero lo bueno es que despertaste.
Así entonces me cuentan que mí tío se fue a ver al rojo arriba de las nubes. Me dicen que fue de golpe, que se nota que no está , pero que la obligación es recordarlo con risa. Me cuentan que hubo varios contagios en la flia y que no fueron tan felices pero están bien. Me cuentan que la prima está embarazada de algo de cuatro meses y medio. Me cuentan que el aborto es legal, seguro y gratuito. Me cuentan que un amigo se separó y se volvió a poner de novio. Me cuentan que una amiga volvió de viaje, que otra perdió a su viejo. Me cuentan que mí grupo de amiguias se juntaba todos los sábados a jugar juegos web. Me cuentan que una gran amiga me dejó de visitar, pero que la ven feliz. Me cuentan que a morito lo operaron dos veces y que la gente no es la misma desde que llegó este virus. Me cuentan que india está muy mal, y que la tele sigue adoctrinando gente.
Así, de golpe me entero entonces que después de dos años de estar en coma no solo el mundo es otro, sino que lo que me rodea cambió y probablemente en consecuencia yo también.
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