Luisa

 Previo a menstruar a Luisa le ocurre siempre lo mismo. 

Se levanta agotada, cansada, desganada. No importa si durmió o descansó. Una fuerza supra natural pareciera impedirle despegar de la cama. 

En contra de todo pronóstico por fin, lo logra. Luisa ha salido de la cama, hasta incluso tomó su desayuno. 

Se mira al espejo y se dice: “hoy puede ser un gran día, energía positiva”. Intenta convencerse del mensaje, pues es una convencida del asunto ese de que la cabeza domina al cuerpo. 

Su día, pese a su mensaje matutino, fue un fracaso. 

Luisa antes de menstruar siente que no puede con su vida. El tiempo no alcanza. Su vida no le gusta, aunque en términos  racionales conozca que está en un gran momento.. 

Periódicamente, una vez al mes para ser precisxs, Luisa se ve espantosa, pone en duda el amor que le tienen, comienza a cuantificar las relaciones, quiere llorar. Califica, asume, dictamina, publica. Toca fondo. Nace y muere centenar de veces por día. 

Luisa, comprende que ese desprendimiento que está próximo a suceder es,  ni más ni menos, que una parte de ella , que mata para nacer. 

Luisa piensa que su acontecer se traduce en un fluido rojizo, en un fluido que la constituye y en ese constituir la hace doler en la previa y el post. 

Luisa intenta racionalizar este proceso a efectos de estar preparada la próxima vez. No hay caso, piensa. Pues la vida es eso, eso que aunque te prepares va inevitablemente a suceder. 



Puente de Gral Paz. 

División de jurisdicciones. 

Argentina

Junio 2022 

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