Uno en inglés, otro hablaba en francés...

Qué tan mutuo es este cariño.
Qué pasó en medio de la historia que separo los caminos.
Esos cuestionamientos y muchos más, probable y afirmativamente me invaden a menudo. Pero no hay vuelta que darle, nuestras primeras lineas intercambiadas lo dijeron claro, "ten paciencia de saber esperar, que lo tenga que ser...será".
No te espero ni te descarto. No hay rencor ni resentimiento, pero claro que no es lo mismo, nunca lo es.
Me ves, me miras, me observas, y se que ahí dudas, lo puedo sentir, y no me engaño, confío en mis instintos y buen olfato. Pero no pierdo de vista que queres elegir otra cosa. Te siento tan complicado en tu mundo interno, tantos amores que se juntan te están haciendo daño. Pero es de valiente elegir el desafío. Es tarea ardua la lealtad a uno mismo, tomar decisiones sabiendo que existe un riesgo, un alto riesgo.
Cuando con compañeros de tardes y noches eternas intento alcanzar alguna otra conclusión me topo con tantos puntos de vista...
Que estas bien así, y soy tu diversión, tu cable a tierra opcional. Que te agrada saber que estoy firme cuando lo precisas. Que te asusto yo, mi pureza, fragilidad. Que preferís a alguien dócil a tu lado. Que tu cabeza es un candombe, y no sabes bailar. Y tantas más...
Realmente no le encuentro sentido alguno a considerar alguna más correcta que otra.
Tu alma tomó una dirección, la que pudo, quiso, o sintió, y sería poco cordial enojarme ante ella. Claro que me heriste, que me heris, y seguramente me hieras; pero son los riesgos que en un septiembre decidí correr, y no me arrepiento. Pero si bien no me arrepiento, tampoco me presto a todo. No vine a este mundo para ser opcional.
Te hago bien, y claro que mientras este a mi alcance pondré energía en seguir haciendolo, pero no hacerte bien a costas de un daño para mi.
Te quiero y lo digo de pie. Con alegría, y disfrutando ese cariño. Pero no podes pretender que te quiera igual y a pesar de todo.
Tu amor propio se encargó de desarmarme.
Y paralelamente la vida me enseño a rearmarme cuantas veces sea necesario.
Un recuerdo, un amor tal vez, una moraleja, un cosquilleo, una chispa, un desafio, un sueño, una pesadilla, una idealización, una conquista, o tan solo un deseo quizá.
Comentarios
Publicar un comentario